Las bieletas son un elemento clave del sistema de dirección del coche, el cual también está relacionado con la dirección del mismo. Sin estas piezas, la conducción sería una actividad mucho más incómoda y peligrosa.
Piensa que las ruedas son el único punto de contacto entre el coche y la carretera, y tú eres quien se encarga de que ambos conecten en armonía. Pero si los neumáticos están gastados, los frenos en mal estado o la suspensión dañada, estamos vendidos.
¿Qué es una bieleta? ¿Cómo funciona?
Para averiguar qué es una bieleta, diríamos que lo primero y más importante es comprender cómo funcionan una barra estabilizadora. Grosso modo, es una parte vital del sistema de la suspensión de un coche al mantenerlo nivelado en las curvas.
Las barras estabilizadoras son, generalmente, una barra de acero arqueada, larga y hueca que se une al chasis y conecta el lado izquierdo y el derecho, ayudando a mantener estable el vehículo al mismo tiempo que permite que la suspensión se mueva por sí sola.
Los enlaces de la barra, conformados por los casquillos y las bieletas, conectan el extremo más alejado de esta al punto de anclaje de la suspensión.
Dado que la barra estabilizadora es por sí misma un elemento de torsión, la bieleta se ocupa de suavizar la transferencia del movimiento entre la barra y el brazo de control. Gracias a ella, se puede mantener el ángulo de inclinación de las ruedas para controlar el movimiento. En la mayoría de los coches, este eslabón cuenta con dos pequeñas rótulas en cada extremo.
¿Cuántos tipos de bieletas existen?
Como tal, no existe un tipo de bieleta, sino que el cómputo de la suspensión contiene dos conjuntos: el de los amortiguadores y el de la barra estabilizadora. El primer caso, la bieleta de la dirección o es la protagonista, formada por una rótula, un tubo roscado y un casquillo.
Estas se emplean para variar la longitud y mantener paralelas ambas ruedas, evitando así las deformaciones horizontales. Asimismo, al segundo grupo pertenecen las bieletas de suspensión, ancladas a la barra estabilizadora para reducir las deformaciones verticales.
Ahora, pongamos un ejemplo. Un coche pasa por encima de un badén (o resalto) que ocupa todo el ancho de la vía. La suspensión se comprime igual a cada lado. La barra estabilizadora simplemente va al unísono a ambos lados, no se retuerce y no hay tensión en las bieletas.
Si en cambio una rueda golpea y la otra no, se levanta un extremo de la barra estabilizadora, haciendo que pivote. La fuerza necesaria para ello se transmite a través de esas varillas de conexión que llamamos bieletas, normalmente metálicas o de un plástico resistente.
¿Por qué se puede romper una bieleta? ¿Cuándo debería cambiarlas?
Como muchas piezas de cualquier otra máquina, con el tiempo, las bieletas se desgastan. La intrusión de agua que conduce a la oxidación, por ejemplo, y el envejecimiento y la falta de lubricación contribuyen al deterioro. Un ruido similar a un golpe que venga de la suspensión y un traqueteo a la hora de afrontar curvas, junto con un balanceo excesivo de la carrocería, son señales de que puede ser el momento de reemplazarlas. Las barras estabilizadoras y sus componentes son fundamentales si no queremos ganar papeletas para sufrir un accidente.
Un mecánico cualificado puede verificar las bieletas en un momento subiendo el coche en el elevador. Si está desgastada, mostrará un juego libre algo correoso cuando se empuja a cualquier lado. En caso de que estuviese extremadamente desgastada, podrías quitar las rótulas. Esto hará que el coche se incline cual barco en las curvas y se sienta igual de estable y seguro que este en la carretera. Ahora bien, ¿es necesario reemplazar ambas bieletas si solo una está dañada? ¿Se deben reemplazar los eslabones de la barra estabilizadora en un cierto kilometraje?
La respuesta es no. Sin embargo, lo más recomendable es reemplazarlas todas, puesto que deberían desgastarse al mismo ritmo, y si una está mal, la otra también puede fallar pronto. ¿Se deben cambiar entonces las bieletas cada vez que se cambian los amortiguadores o los brazos de control? No, pero en muchos vehículos, una barra estabilizadora añeja puede ser muy difícil de quitar sin dañarla, ya que las roscas podrían estar oxidadas. Por ello, las bieletas a menudo se reemplazan cuando toca hacer el cambio de amortiguadores o algo adjunto a ellos.